Etiqueta: Malas Tierras
textura 2
deus sol invictus
Hace ya unos días lo leí en El Sindicato, rebotado a su vez de Milanesa con papas. No sé muy bien por qué, pero no consigo quitármelo de encima:
Antes de entrar en el desierto
los soldados bebieron largamente el agua de la cisterna.
Hierocles derramó en la tierra
el agua de su cántaro y dijo:
Si hemos de entrar en el desierto,
ya estoy en el desierto.
Si la sed va a abrasarme,
que ya me abrase.
Ésta es una parábola.
Antes de hundirme en el infierno
los lictores del dios me permitieron que mirara una rosa.
Esa rosa es ahora mi tormento
en el oscuro reino.
A un hombre lo dejó una mujer.
Resolvieron mentir un último encuentro.
El hombre dijo:
Si debo entrar en la soledad
ya estoy solo.
Si la sed va a abrasarme,
que ya me abrase.
Ésta es otra parábola.
Nadie en la tierra
tiene el valor de ser aquel hombre.
El Desierto, de Borges.
es es
Is is by the Yeah Yeah Yeahs.
tsvetaieva
Se ha ido. Ya no como:
quedó sin gusto el pan.
Se ha ido – todo es tiza
si lo llego a tocar.…Para mí, era el pan,
era la nieve;
ya la nieve no es blanca,
el pan no sabe a nada.
Carta sin despedida
El nombre no se ha borrado
tu cara sí
Se mezcla con otras caras,
deformándose.No sé si todo es parte de la tortura
ya no distingo.No sé si él te dará esta carta.
No sé si es amigo o miente
hubiera querido abrazarte
pero me muero;
queda poco tiempo.He visto el tren.
Los he visto dentro,
muchas veces,
esperándote
y tú sin saberlo.Otras veces lo sabías
y huías a tiempo
o lo han inventado para que les diga dónde estás
tengo que evitar que te subas a ese tren
porque te va a llevar a la muerte.Otras veces, estás ya muerto
como yo.Otras me hablas, y sonries
y me dices cosas que nunca habías dicho
y que me quieres
yo hubiera querido quererte
pero no pude.A veces sueño que seguimos allí
y que el tiempo es nuestro
y que tu boca recorre mi cuerpo desnudo
y entonces, mis hijos nos ven abrazados
desnudos, pero ya no son mis hijos
son los hijos de ella
no los conozco
no conozco a nadie.¿Recuerdas? la libertad viaja contigo en ese tren.
Si te encuentran, te matarán
y la ciudad seguirá creciendo sin salidas para nadie
sólo tú puedes enseñarles a mis hijos
a andar ese camino.Házlo
y así sabré que me has perdonado
Max, «En la ciudad sin límites«, de Antonio Hernández, 2002.
Kill your word-processor
de «Writing in the Age of Distraction» de Cory Doctorow, Locus Magazine. Enero 2009.
Gato
Cuando este gato elige
la oculta irradiación de tu tristeza,
su pelaje te salva de ti mismo.
Después se lleva al ático,
mansamente, el voltaje de tu pena,
la corriente del no que por tu sangre
le dice no a las cosas de este día.Después lo oyes llorar tras de la puerta
y te cuesta pensar que es sólo él.
«Gato en el hombro», de Álvaro García. Para lo que no existe. Ed. Pre-Textos, 1999.
Alba
Los hijos que no tuvimos
se esconden en las cloacas
comen las ultimas flores
parece que adivinaran
que el día que se avecina
viene con hambre atrasadaPresiento que tras la noche
vendrá la noche más larga
Extracto de «Al Alba«, de Luis Eduardo Aute, 1975.
Asceta
Algunos días tomo, para volver a casa
el camino más largo.
Otros días elijo diagonales.
Fuera de aquí no logro
explicarme. Además de torpe, soy
un asceta inconsciente.
Extracto de «Autorretrato como asceta inconsciente» de Juan Antonio González Iglesias, Un ángulo me basta, Visor Libros, 2002.