Dios no existe
tal es su grandeza
Donde hay Dios
no caben más
que dos
y yo
no soy
Dios
pero alguna vez
he despertado divino
Yo no soy
Dios
pero me gusta jugar con la idea
Dios lo es todo
y nada
puede hacerse
Dios no existe
tal es su grandeza
Donde hay Dios
no caben más
que dos
y yo
no soy
Dios
pero alguna vez
he despertado divino
Yo no soy
Dios
pero me gusta jugar con la idea
Dios lo es todo
y nada
puede hacerse
La luz es de lo único que hablamos–
que se haga la luz, había luz entonces,una buena luz– pero lo que yo considero
el amanecer es mucho más oscuro.Pasan tantas horas entre el día
en retirada y lo que reconocemoscomo mañana; el sol creciendo
como una ola que no termina de rompersobre nosotros, como si la luz fuese a protegernos,
como si no se flagelaran corazones,ni se destruyeran cuerpos en días
como este. En cualquier película,el amanecer anuncia que todo
va a ir bien. Que el peligro ya noosará dejarse ver, desluciendo
la pantalla con su sombra.Por favor, hablamos tanto de la luz…
Déjadme hablar en nombre dela oscuridad bondadosa. Déjadnos
hablar más sobre lo oscuroque es el comienzo de un día.
Cuán oscuro el comienzo, de Maggie Smith
Un par de chavales agarran un conejo para cortarle las orejas. No importa la razón, si están tristes o son de ciudad. Lo que importa es lo que hacen con sus manos: sostener la cuchilla, sujetar el conejo de las orejas. Pero el conejo dice, «Conocí a un sacerdote ambulante en Mississippi, frente a una macrolibrería. ¿Queréis saber lo que dijo?» Y como los chavales se paran a pensarlo, él continúa: «Se nos hizo de noche hablando de todo y nada: de su exmujer gay aficionada a la brujería, de masturbación con el tubo de la aspiradora, de su fijación con el vello en las piernas de los chavales… ¡Como vosotros!» Les entra la risa y sueltan alaridos, posan al conejo en el suelo, y escuchan. «El sacerdote, de rosario y alzacuellos, habló, pero con su cara transmutada: le salieron pecas donde antes no había peca alguna; le salió barba donde antes sólo había barbilla; y sus ojos se volvieron más antiguos que todos los lagos de Mississippi». ¿Qué dijo? ¿Qué dijo? Exigen los chavales, ansiosos de aprender, más que nada. El conejo continúa, «Las caras hablaron, no el sacerdote, mediante voces directas a mi cerebro. Me inculcaron lecciones. La primera, que toda alma no es más que un hilo, parte de un paño que flota a través del negro absoluto, efervescente como la nieve al hundirse en un lago. Así que vosotros, y yo, y todos aquellos a quien conocemos no somos más que iteraciones de esas almas, de esos paños; algunos recién tejidos, otros más viejos». Los chavales: ¿Qué más dijeron las caras? El conejo: «Dijeron que tanto ellas como yo venimos del mismo paño, del tipo que muere y vuelve a nacer». ¿Y qué hay de nosotros? ¿Qué hay de nosotros? Exigen los chavales, y el conejo da un salto y huye corriendo porque los chavales tienen un cuchillo y son incapaces de reconocer una parábola o mi cara, por muy humana que sea.
Dedos sobre un varón homosexual, de Zach Linge
Me temo de mí
Se necesitaba esta noche plena y liviana, abismo sin vértigo, para aceptar ser sólo una migaja indiferente. Se necesitaba este frío, esta infinitud, esta irreductibilidad para aceptar ser sólo calor, pequeñez, singularidad. Se necesitaba la idea, la única idea llegada al mismo tiempo que la vida, de este viaje que no se detiene, para aceptar ser sólo un sobresalto.
El éxtasis material, de Jean-Marie Gustave Le Clézio
Todo queda en el pasado
Imagina qué desastre
Malgastar tu vida es
el único lujo
que alguien como tú
puede permitirse
Disfrútalo
Amo la poesía
porque me gusta la gente
que habla claro
Tengo suficiente con lo superficial – de hecho, es lo único que me parece relevante de verdad. Cosas como, por ejemplo, la presión en tu mano de la mano de un niño, el sabor de una manzana, el abrazo de un amigo o de una amante, el interior sedoso del muslo de una chica, la luz del sol sobre roca y hojas, la sensación de la música, la corteza de un árbol, la aspereza del granito y de la arena, el agua fresca cayendo en una alberca y la cara del viento – ¿Qué más hay? ¿Qué más podríamos necesitar?
de «Desert Solitaire» de Edward Abbey
La belleza
es una forma de medir el tiempo,
y lo raro
velamen al que se puede soplar.
Los pájaros en mis cielos aseguran
que quieren ser libres,
y la pareja de amantes en la entrada
ocurre todo el tiempo:Las personas atraviesan puertas
extracto de un poema de C. X. Hua
en la oscuridad de los demás.
No pretendo ir por la vida toda de rosa
de perfecta pureza. Ya sabía de la desnudez,
sabía del traqueteo de una pierna en la cama.
Le alquilaste una habitación a un viejo
y su novia que cocinaban siempre
panceta por la mañana. La peste
a grasa, los bigotes del viejo
en mi hombro, él diciendo: «Te he visto»,
y yo que podía oler la carne de él,
espiando por un agujero en la pared del armario.
Un precioso numerito de circo, contaba.
Dejaste la puerta del armario abierta y él
dejó de pedirte alquiler. Me pides
que me gire y que pose, que me desabroche la pierna.
Yo quise decirte que lo estaba haciendo
por mí. ¿Crees que me importa
este cuerpo? Mira lo que hago con él.— «Un precioso numerito de circo» de Jillian Weise
Cuando yo muera moriréis todos conmigo
poco importa si sabes quién soy
o la importancia que creas que tienes
cuando yo salte
de un pensamiento a otro y no alcance
tú también caerás conmigo
espera y verás
ahora me enfado
y no respiro
y nunca nadie más nada
aprendo la palabra sauce.
aprendo la palabra aullido y la guardoen mi garganta. la palabra lobo
se enrosca bajo mi lengua. he estudiadoasí el dolor; escondiéndolo
en los pliegues de mi cuerpo dondela oscuridad reposa. pienso en
el despertar. la mañana partidapor el sol tornándose cáscara de naranja;
calor a ratos. un volcánextinto resucita
pero nadie nos explica cómo hemos comprendidoque la montaña ha empezado a sacudirse. cómo
la piedra bosteza y se retuerce candentede regreso al mundo. ojalá pudiera
decir que salvé a las tórtolas,pero no puedo estar segura. todos los pájaros mueren
una muerte; caen del cielo yduermen. es difícil sacudirse esta idea;
que todo se despierta y esperapara vivir. a la palabra que nombra
el tono azul de las venas pálidas.¿quién no querría despertar alguna cosa antigua
del más profundo sueño? ¿quiénno querría escarbar y encontrar la sangre todavía húmeda
de un cervatillo muerto hace tiempo? un milagro,quizás, como se estremece la tierra bajo
nosotros. como danzamos por sus fracturas.— “Concebir” de Sara Ryan
*
una milla contaminada y una milla al aire libre
no son la misma milla.
el árbol rojo se estira hacia el
río igual que pasas tus brazos
por encima de mi cuerpo dormido.sueño con osos escalando paisajes urbanos
y mi antigua casa en llamas.soy papel encerado bajo tu aliento.
la mañana viene a cebarse
y me parte en dosuna mitad va a tu bolsillo
y la otra va al aire.esto pasa cada día y de alguna forma queda
[una milla contaminada y una milla al aire libre] de Joshua Jennifer Espinoza
siempre más de mí.
La cosa es que mi propio valor fluctúa, cae arriba y abajo
con los mercados y las actitudes y los sentimientos,
incluidos los míos, pero lo intento. Los estudios muestranlo mucho que lo intento. La mera fuerza de los números. El techo
se tambalea bajo su peso, lo que sólo viene a demostrar—que toda la ciencia
está conmigo. Si quiero más, hago un pedido. Cantoel mac con queso corporal, bien frito: la receta personal
de Tom Jeerson. Y la hemos mejorado, como el Taj Mahal.
La octava maravilla del mundo. Pon diamantes sobre mis íesy ahí me tienes. La ensalada Cobb más guapa de todas.
Palabrita del mismísimo Ty Cobb. Pongo a Roseanne por testigo.
Una carta preciosa. No la he abierto. Bien vistoy en total ausencia de impedimentos. Piernas de gimnasta
desde aquí hasta Venus. Debería darle un buen lavado de cara.
Una vez organizado ya no es crimen, son negocios.Dejad que los bienes raíces se acerquen a mí. Dejad que un planeta vuelva
a ser real; venid. La Biblia cuenta que Ananías vendió unos terrenitos
para hacerles un regalo en metálico a los apóstoles, y fue una pena.
Bastante mala idea. No tenían cabeza
para lidiar con sus matices. Todo lo que fuera
propiedad privada ponía a Pablo de los nervios. El tipo no estaba listo.No me malinterpretes: no soy yo. Ananías se guardó
un poquito para sí, por la familia. Nada que tú o yo
no hubiéramos hecho. Cuando hizo entrega de su regalo a Pablo, Pablono quedó muy satisfecho. Preguntó dónde estaba el resto y por qué
había permitido Ananías que el diablo se instalara en su corazón.
El diablo alquila. Eso he oído. Dijo que mentirsobre aquello no era mentirle a él, sino al Espíritu Santo,
y boom! Ananías la palmó. Cayó muerto sobre la alfombra o
más bien el suelo de tierra a esas alturas. Si por mí fuera, votaría alfombra,pero es que yo soy así. ¿He dicho Pablo? Fue Pedro. Pedro,
Pablo. Lo mismo da. El caso es que enredaron a su
mujer, acto seguido, y la pusieron a prueba. No lo hizo mucho mejor.Muerta también, también sobre el suelo. La moraleja de esta historia es:
No sueltes prenda. Sólo hazte de cosas. Miente siempre para
mentir mejor, vive más tiempo. Métete el diablo por la narizy deja que acampe en tu corazón. Menosprecia lo que no puedas conseguir,
abiertamente y en público. Que no vale nada, como los imperdibles.
No, gracias. Cosas de perdedores; perdedores como el burroazul ese, el inútil de los dibujos. Nadie puede ver esa cola
“La muerte de la Verdad” de Timothy Donnelly
y después tomarte en serio. Exhíbete como una obra de arte
hasta que estés chapado en oro. El arte miente todo el rato y mira: no pasa nada.