

Las ventanas
son a la mente
como las puertas son
para al cuerpo.
donde la hierba,
a la altura de los muslos,
destripa peces con el viento
Andrés Cerpa
A la parte de nosotros mismos que puede no hacer nada, la única que de vez en cuando para, que dice que sueña y luego despierta; a la parte más pequeña, que ni siquiera existe, que cree que vive y que lo hace desde dentro pero que sea lo que sea está separada del resto, por un velo imaginario, invisible, risible, la llamamos yo y nos confundimos del todo.
Todas las razones
son verdad o al menos
tanto
como el resto
Impera
la violencia.
Sólo pueden ser árboles
quienes nacen
a los pies
de los pájaros